Los plásticos son una verdadera amenaza para el medio ambiente debido a su utilización masiva y su lenta degradación (tardan 180 años en descomponerse). El plástico doméstico se deposita en el contenedor de color amarillo.
Con el reciclaje del plástico se reducen considerablemente la cantidad de residuos de botellas, bolsas de plástico o envases.
Proceso de reciclaje del plástico
El proceso de reciclaje del plástico pasa por varias fases. Una vez recolectado se limpia con productos químicos, se selecciona por tipo de plástico y se funde para obtener nueva materia prima que se pueda volver a modelar.
No todos los tipos de plásticos son recuperables. La bakelita y el poliestireno cristal no son biodegradables. El plástico se recicla para aprovechar como materia prima y fabricar nuevos productos, convertirlo en combustible y para producir nuevos productos químicos.
Antes de su reciclaje, los plásticos se clasifican de acuerdo a su tipo de resina. Aunque se han utilizado varios métodos a lo largo del tiempo para distinguir las resinas, actualmente se utilizan los infrarrojos. Después de separarlos se trituran y se eliminan las impurezas, como las etiquetas de papel. Luego se funde y se divide en esferas pequeñas que posteriormente se utilizan para la fabricación de otros productos.
En España el reciclaje mecánico -separar los plásticos por clase, lavarlos y triturarlos hasta convertirlos en pequeños trozos que se fundirán en moldes para producir nuevos productos- es el más extendido. El vertedero sigue siendo el destino mayoritario para todo el plástico que se desecha en España, con un 65%.
Consejos para el reciclaje de plástico
En el contenedor amarillo se pueden acumular botes de bebidas, aerosoles, platos y bandejas de aluminio, latas de conservas, chapas y latas de metal, bricks de leche, botellas, botes de plástico de productos de aseo o limpieza, bolsas de plástico, envases de productos de charcutería o film de polietileno.